lunes, 5 de agosto de 2013

El hombre de Vitruvio


En su Studio (Real Academia de Venecia), también conocido como El hombre de Vitruvio, Leonardo da Vinci realiza una visión del hombre como centro del Universo al quedar inscrito en un círculo y un cuadrado. El cuadrado es la base de lo clásico: el módulo del cuadrado se emplea en toda la arquitectura clásica, el uso del ángulo de 90º y la simetría son bases grecolatinas de la arquitectura. En él se realiza un estudio anatómico buscando la proporcionalidad del cuerpo humano, el canon clásico o ideal de belleza.
Durante el Renacimiento, resurgieron los antiguos ideales clásicos de belleza que se habían dado a lo largo de la historia, sobre todo los ideales clásicos de Grecia y Roma. La belleza estaba relacionada con la proporcionalidad. Y a esto los constructores griegos le daban muchísima importancia.

Un edificio era bello si la relación entre la anchura y la altura era la que se suponía era la adecuada; con las proporciones adecuadas y se ajustaban a la ideal de edificio perfecto.

Además, el ideal de belleza, no solo se aplicaba a los edificios. Realmente, se aplicaba a todo, y en todo también entra el cuerpo humano.


Fue Leonardo da Vinci , símbolo de renacimiento, quien realizó el dibujo del hombre perfecto. Un hombre ideal con medidas y proporciones bellas y que recibía el nombre de HOMBRE DE VITRUVIO. Pero... ¿Por qué Leonardo llamó al dibujo el Hombre de Vitruvio?
Lo llamó Vitruvio porque es justamente ese el nombre del arquitecto o maestro constructor que realizó el primer tratado de construcción que se conoce. Básicamente, fue el primero que plasmó las medidas y proporciones ideales de la belleza de la construcción. Leonardo lo llamó Vitruvio en homenaje al maestro constructor romano.

Si observas el dibujo, podrás observar lo siguiente:


Una palma equivale al ancho de cuatro dedos.
Un pie equivale al ancho de cuatro palmas (30,48 cm).
Un antebrazo equivale al ancho de seis palmas.
La altura de un hombre son cuatro antebrazos (24 palmas).
Un paso es igual a un antebrazo.
La longitud de los brazos extendidos (envergadura) de un hombre es igual a su altura.
La distancia entre el nacimiento del pelo y la barbilla es un décimo de la altura de un hombre.
La altura de la cabeza hasta la barbilla es un octavo de la altura de un hombre.
La distancia entre el nacimiento del pelo a la parte superior del pecho es un séptimo de la altura de un hombre.
La altura de la cabeza hasta el final de las costillas es un cuarto de la altura de un hombre.
La anchura máxima de los hombros es un cuarto de la altura de un hombre.
La distancia del codo al extremo de la mano es un quinto de la altura de un hombre.
La distancia del codo a la axila es un octavo de la altura de un hombre.
La longitud de la mano es un décimo de la altura de un hombre.
La distancia de la barbilla a la nariz es un tercio de la longitud de la cara.
La distancia entre el nacimiento del pelo y las cejas es un tercio de la longitud de la cara.
La altura de la oreja es un tercio de la longitud de la cara.
La distancia desde la planta del pie hasta debajo de la rodilla es la cuarta parte del hombre.
La distancia desde debajo de la rodilla hasta el inicio de los genitales es la cuarta parte del hombre.
El inicio de los genitales marca la mitad de la altura del hombre.


El hombre de Vitrubio es un claro ejemplo del enfoque globalizador de Leonardo que se desarrolló muy rápidamente durante la segunda mitad de la década de 1480. Trataba de vincular la arquitectura y el cuerpo humano, un aspecto de su interpretación de la naturaleza y del lugar de la humanidad en el "plan global de las cosas". En este dibujo representa las proporciones que podían establecerse en el cuerpo humano (por ejemplo, la proporción áurea). Para Leonardo, el hombre era el modelo del universo y lo más importante era vincular lo que descubría en el interior del cuerpo humano con lo que observaba en la naturaleza.


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